La L-Carnitina no es, en el sentido estricto, un aminoácido ya que su fórmula está más bien relacionada con las vitaminas del complejo B; sin embargo, como a través del tiempo y popularmente se le ha dado aquella denominación la seguiremos catalogando de esa forma.
La L-Carnitina es un constituyente natural del organismo humano. Se adquiere con la ingestión de los alimentos, sobre todo de origen animal y puede sintetizarse en hígado y riñón a partir de los aminoácidos esenciales L-Lisina y L-Metionina, así como vitamina C, B6, niacina, hierro y diversas enzimas.
Tiene una función muy importante dentro de nuestro organismo, es la encargada de transportar los ácidos grasos de cadena larga e introducirlos dentro de la estructura celular encargada de la producción de energía que el cuerpo requiere para sus funciones. El proceso de transformar las moléculas de grasa en energía recibe el nombre de oxidación de los ácidos grasos. Esta energía es vital para todo el organismo, nos permite tener m´s resistencia para las actividades diarias.
Si no tenemos suficiente L-Carnitina, nuestro organismo no consumirá las gra
sas que almacena y, por lo tanto, acumularemos grasa en exceso. Este cúmulo de grasa aumenta el tejido adiposo de las células y, con ello, la celulitis.
Se utiliza como quema grasa, para aumentar la masa muscular y mejorar el rendimiento físico tanto en pacientes con problemas renales y cardíacos como en competidores deportivos.
La L-Carnitina es una de las moléculas "quema grasa" más conocida hoy en día y más usada para tratamientos estéticos:
- A nivel exterior mediante cremas de uso tópico, combinada con principios activos anticelulíticos, logra mejorar notablemtene la celulitis y el aspecto de la piel. Combinada con principios activos reductores cono el Focus, Cafeína, Romero, Té verde, se logra en tratamientos corporales una fefectiva reducción de la masa adiposa.
- A nivel interior, a través de pastillas, está siendo toda una revolución en la lucha contra el sobrepeso y la celulitis. Claro que como todo tiene sus limitaciones. La L-Carnitina quema la grasa, sí, pero sólo de cierta manera. Como sabemos, los hidratos de carbono son la principal fuente de energía del organismo, los hidratos que no se consumen se almacenan en las células en forma de grasa. La L-Carnitina sólo quema esta grasa cuando los hidratos de carbono se han agotado ya, por lo tanto, si no mantenemos un mínimo de ejercicio físico moderado durante 30 minutos, las reservas de grasa no empezarán a utilizarse.
Gabriela BerteroFarmacéutica - MP 3945